"Harén de mujeres paisas". Hipersexualización y turismo sexual en Medellín
“Te enseñamos todo lo que necesitas saber para construir una increíble vida amorosa en Medellín, Colombia”, con la promesa de que, después de eso, tendrán “una vida de citas de estrellas de rock con mujeres colombianas, sexys y femeninas”. Son las palabras dichas por Casey Red Beard, un hombre que ofrece una asesoría “coaching” por $250 dólares con este discurso misógino que estimula la cosificación de la mujer.
En los últimos años, se ha escuchado mucho este discurso de las “mujeres paisas” quitando el adjetivo mujeres y poniéndolas como un objeto de fácil adquisición por manos extranjeras, tanto así que se han visto los llamados “paquetes turísticos” en los que se ofrecen una experiencia inigualable incluyendo mujeres “jóvenes y atractivas, no son prostitutas, ni webcams u Only Fans, no tienen cabello pintado de colores como azul o rosado, sin tatuajes, piercings, no consumen drogas, y la mayoría (…) Son universitarias y chicas que tienen un trabajo normal”. Como son presentadas en su portal web, en una especie de catálogo para escoger.
Tomado de: El Colombiano
Según la periodista María Fernanda Fitzgerald, especializada en DD. HH y en género. “Esa hipersexualización, por supuesto, deteriora en la posibilidad de que las mujeres terminen quedando involucradas en conceptos reduccionistas y que, adicionalmente a eso, hoy en día estemos enfrentando un fenómeno bastante difícil y es el incremento de turismo con digamos, una meta sexual o turismo sexual.” De acuerdo con esto, hay una gran consecuencia que recae en la violencia de género, lastimosamente, no se puede hablar de un fenómeno aislado, sino todo un mecanismo que muchas veces es promovido, según la periodista, por las mismas autoridades, ya sea por medio de la complicidad o de la negligencia.
Pero ¿Dónde se enlazan todos estos ideales alterados de la mujer en una ciudad como Medellín? Podríamos hablar de rezagos de la cultura narco que azotó fuertemente esta ciudad en décadas pasadas, con estéticas e intereses que de una forma central estimulaban la percepción hipersexualizada de la mujer.
El problema es que todos estos ideales no quedan solo en la mente de las personas, sino que se manifiestan en una realidad angustiante para la mujer, encasillándola en conceptos reduccionistas y que, además, se expresan en otros fenómenos de forma directa o indirectamente como la gentrificación, con la llegada de extranjeros a vivir en lugares y desplazando a sus habitantes, por el aumento excesivo en el modo de vivir.
De acuerdo a lo anterior, puede deducirse un “efecto dominó” en todo este tema, en el que se encuentra implicada una cultura narco anterior que sin duda tiene rezagos en la actualidad en ciudades en Colombia, como Medellín, y toda esta ilustración alrededor de la mujer que se presenta en el exterior y que recae en la llegada de extranjeros con un falso imaginario y un ideal que ciertamente promueve un turismo sexual.
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